Entrevista a Valentí Oviedo

" Nosotros entendemos la ópera como el arte total"

El Liceo es una equipación pionera al promover iniciativas que favorecen la inclusión y la accesibilidad. Desde el 2015 forma parte de Acerca Cultura, ¿como valoras la participación de estos años?

Que Acerca Cultura forme parte del día a día de una institución como el Liceo, en primer lugar contribuye a la mejora de la propia institución. Que el Liceo esté enlazado con asociaciones del tercer sector, en todos los ámbitos con los que trabaja Acerca Cultura, desde salud mental, personas con discapacidad, hasta personas en situación de exclusión, contribuye a la humanización plena del Liceo, con la idea de que queremos pasar del Liceo de todos al liceo para todo el mundo.

Nosotros entendemos la ópera como el arte total, es una disciplina artística en que se incluyen el resto de disciplinas, desde la literatura, la filosofía, las artes plásticas, la música, etc., y es una manera de hacer accesible el arte total. Es tan global, que creo que es muy positivo que todas las personas que formen parte de los colectivos que se pueden beneficiar de  Acerca Cultura, se incorporen. Por lo tanto, la participación a Acerca Cultura es una doble satisfacción.

Recientemente se ha estrenado "La Gata Perduda", una ópera participativa cocreada con los vecinos del Raval. ¿De donde nace la idea y como la lleváis a cabo?

La idea nace de la voluntad de ver de qué manera podemos hacer accesible el género de la ópera. Nosotros queríamos, por un lado, conectar el Liceo con el barrio con el que somos vecinos y con el que, probablemente, se había dado la espalda durante 175 años. El formato de ópera comunitaria significa hacer partícipe a todo un barrio, conectarlo, implicarlo, que sintiera un sentimiento de pertenencia, que formara parte de manera activa de la propuesta operística y, por lo tanto, que no solo fuera un actor pasivo, que tuviera significado ir a ver una ópera. Y no solo con que participe, como pasa en algunos proyectos educativos que participan en el escenario, sino construirla en el barrio. Esto nos llevaba a que la metodología de creación comunitaria era ideal para poder hacer aquello que queríamos, que era conectar el Liceo con el barrio a través de la ópera.

Teníamos que hacer caer muchas barreras de conocimiento, de percepciones opuestas y se tenía que hacer con un proyecto que fuera de verdad. Por eso, también se tenía que cambiar, modificar y transformar la organización interna. A través de estos procesos comunitarios también conseguíamos este objetivo, creando, integrando y discutiendo, con un tejido asociativo ya desarrollado.

Una vez decidida la herramienta que nos ayudará a hacer este trabajo en común, viene lo qué queremos hacer: una opera que hablara del Raval, por lo tanto desde la propia voz de la gente que viveen el Ravall, sin estigmatizarlo, sino desde el punto de visto en que lo ven los vecinos. Todo el mundo habla del Raval, todo el mundo tiene una opinión formada y se atreve a hablar, pero era el momento en que vecinos y vecinas del Raval se sintieran cómplices y sintieran que formaban parte de esta opera cocreándola y siendo copartícipes.

¿Cómo ha sido la relación entre una equipación profesional trabajando con tantas personas que no forman parte de la equipación? ¿Cuál es la importancia de los mediadores en este proceso?

Nuestro equipo es un equipo profesional, por lo tanto primero tienes que explicar la propuesta. Desde un punto de vista, primero profesional y después implicándose desde un punto de vista casi personal, ha funcionado bastante bien. Una de las claves de la metodología de creación comunitaria es implicar e incrementar el sentimiento de pertenencia. Si todo esto no hubiera estado previamente muy trabajado, es posible que la relación entre unos y otros hubiera funcionado de manera diferente, ni mejor ni peor.

Lo que sí que sabemos seguro es que a través de la explicación honesta, sincera del proyecto y teniendo cuatro años por adelantado para desarrollarlo, vas mejorando o vas trabajando lo qué supone un proyecto de estas características. Desde el año 1 hasta el año 4 vas trabajando fase a fase, entrando en un proyecto de estas características de una manera muy orgánica. Si esto se hubiera tenido que hacer en un mes, no hubiera funcionado bien. La gracia de estos procesos es irlos trabajando despacio, ir solidificando una fase, ir construyendo otra, y así sucesivamente hasta llegar al último año en que tocaba hacer el último esfuerzo que era levantar la producción aquí en el teatro.

¿ Cuál ha sido el papel de la mediación en este proceso?

Ha habido mediadores en todo el proceso, la coordinadora del área comunitaria, Eva Garcia, Irene Calvís, del Liceo Apropa, con el conjunto de asociaciones del Raval. Es fundamental la figura de la Fundación Tot Raval, Òscar Esteban, que iba viendo las diferentes asociaciones y, a medida que íbamos avanzando, encontramos personas claves como Cristina Colomer y otras muchas personas que hacían de enlace para poder construir la relación entre el barrio y el teatro.

El Liceo puede, a través de su misión, funcionar como palanca de aquello ya existente. Tuvimos la suerte que el barrio del Raval es un barrio muy organizado desde el punto de vista asociativo, muy estructurado y era relativamente fácil -dentro de la complejidad- poder construir con entidades ya consolidadas y avezadas a trabajar de este modo. Por lo tanto, cada una de estas 72 asociaciones que han formado parte de una manera u otra del proyecto, han funcionado como mediadoras entre el Liceo y los más de 1000 participantes que han acabado formando parte ya sea arriba del escenario o siente partícipes de alguna de las fases de construcción de una ópera.

¿Qué valoración hacéis de la experiencia?

La valoración hasta ahora es positiva. Nos queda la valoración post La Gata Perduda, no se trata de un acontecimiento que deslumbre, sino de una práctica iluminadora y, por lo tanto, después del momento La Gata Perduda seguimos trabajando para en algunos casos cerrar ciclos y, en otros, abrir nuevas ventanas de oportunidad. El proyecto no cierra con la representación, sino que de alguna manera continúa con la relación con los motivados del barrio y el momento post acontecimiento es muy importante, para que las expectativas no se traduzcan en frustración y para continuar trabajando con las entidades que están aquí al lado.

¿Tenéis previstas más acciones participativas?

La idea es que el proyecto de ópera prima tenga una cadencia tri anual, por lo tanto que cada 3 años haya un proyecto de estas características en otro barrio de la ciudad de Barcelona o el Área Metropolitana de Barcelona, esto lo tenemos que acabar de determinar. Sí que hay algunas otras acciones que estamos desarrollando con las entidades.

Sobre ‘La gata perduda’, se ha hecho una serie en TV3 que se titula Ópera prima, que se estrenó el 3 de noviembre. El 24 de octubre hicimos una sesión en primicia para todos los participantes, muchos de los cuales no habían tenido la oportunidad de reencontrarse. Empujamos conjuntamente con TV3 que hubiera esta sesión, este primer capítulo, para hacer un reencuentro. Todos tenían muchas ganas de reencontrarse. Estamos trabajando en otras acciones como estas.

Fuiste gerente del Auditorio en los primeros años de Acerca Cultura, ¿como valoras la evolución del programa durante estos 16 años?

Acerca Cultura es uno de los proyectos únicos que hay hoy en día a Europa porque es muy poco habitual que todo un país esté unido a través de un proyecto sociocultural como este. Me atrevería a decir como una entidad en sí misma, que une teatros, museos, etc. en todo todo el territorio con un objetivo común que es la accesibilidad y la inclusión a través del arte, por las personas que no tienen habitualmente las puertas abiertas para acceder. Crear esta unidad en el entorno de Acerca Cultura es algo muy único y que está facilitando claramente la accesibilidad a la cultura de mucha gente.
Yo soy partidario que la cultura mejora la vida de las personas, creo que es un proyecto capital, único y que espero y deseo que siga teniendo la fuerza y recursos para poder seguir adelante con sus objetivos y misiones.