Blanco. Nacho Criado + Visita a la Azotea

Las solicitudes de reserva deben realizarse, al menos, con una semana de antelación.

Nacho Criado (Mengíbar, Jaén, 1943 - Madrid, 2010) es uno de los artistas más significativos e influyentes en la escena contemporánea española, distinguido con el premio Nacional de Artes Plásticas (2009). Su obra se desarrolla en sintonía con las practicas experimentales producidas en el clima adverso de los años finales de la dictadura franquista, cuya manifestación más significativa fue la celebración de los Encuentros de Pamplona en 1972. Generalmente asociado al arte conceptual, su trayectoria transita los ecos vinculados al conceptualismo, minimal, land art, povera o procesual. La obra de Nacho Criado escapa así a etiquetas o clasificaciones y se sitúa en el proceso que discurre entre la idea y su puesta en escena.

A principios de los años setenta, Criado se sirve intensamente de la fotografía como un campo de experimentación permanente, a la vez que forma parte de la poética de sus instalaciones. Los trabajos fotográficos le permiten entonces, gracias a una relativa economía de medios, traducir la idea a imagen, al tiempo que sirven de memoria arqueológica.

La exposición Blanco, articula una conjunción de acontecimientos que trascienden el propio concepto de la fotografía. Es el resultado de múltiples trabajos comprendidos en la primera mitad de los años setenta que discurren en torno a el lenguaje y la acción desde la fotografía, donde el objeto representado, se hace presente en el tiempo y en el espacio.

El título de exposición parte de la obra homónima Blanco, originalmente presentada 1974 en el contexto del ciclo Nuevos comportamientos artísticos coordinado por el profesor Simón Marchán-Fiz en el Instituto Alemán de Madrid. La obra revela la esencia del proceso fotográfico a través de un continuo juego de opuestos. Establece una doble narrativa visual entre positivo y negativo, cuyo fondo pone en cuestión la expansión del lenguaje más allá del significado intrínseco de la palabra.

Aunque sujeta a cambios, la entrada grupal a la exposición del Círculo de Bellas Artes incluye también el acceso a la azotea, desde donde se puede disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de Madrid.