Canto Abierto: "Dentro del mundo de la cultura es muy poca la apertura que hay para colectivos artísticos inclusivos".

Canto Abierto es un proyecto inclusivo de la Fundación Música Creativa, un coro formado por personas con y sin discapacidad. Hablamos con Mercedes Gómez Pardo, directora artística del proyecto, y Sara Chapí, para saber más sobre el origen, día a día y retos de este proyecto.

- ¿Qué es y cómo nace el proyecto Canto Abierto?

Canto Abierto es un espacio creativo para la inclusión a través de la música. Es un coro formado por personas con y sin discapacidad intelectual y trastorno generalizado del desarrollo que comparten una pasión; la pasión por cantar. El proyecto se presenta de mano de Mercedes Gómez Pardo a la Fundación Música Creativa en el año 2019, año en el que comienza su andadura.

La iniciativa es tanto una propuesta de integración socio-cultural, como una propuesta educativa y musical de calidad que pone en valor las capacidades artísticas de un colectivo infrarrepresentado en la programación artística del territorio.

- ¿Cuántas personas participan en la actualidad? ¿Qué requisitos hay que tener para poder participar?

En la actualidad Canto Abierto tiene cuarenta y dos participantes, incluyendo personas con y sin discapacidad. Los requisitos son los de cualquier coro: tener ganas de cantar y expresarte con la voz, tener buen oído y, como requisito particular, tener una autonomía que permita participar de los ensayos y de los conciertos.

- ¿Utilizáis alguna metodología de mediación entre los participantes?

En Canto Abierto toda la metodología está basada en una puesta en práctica horizontal, en la que profesorado, personas voluntarias y personas integrantes del coro forman parte del conjunto coral. El equipo educativo adapta la enseñanza a las diferentes capacidades de las personas integrantes del coro. Son varias las estrategias y las herramientas para llegar a un aprendizaje rápido y natural: audios, gráficos, partituras donde las notas son sustituidas por colores, ejercicios de imitación, entre otras.

Las diferentes situaciones interpersonales que surgen dentro del coro y los conflictos se resuelven desde una mediación que busca los acuerdos claros y la participación de todas las personas. La mediación del coro siempre es a través de la música para que todas las voces sean escuchadas y comprendidas.

- ¿Qué referentes conocíais o en qué proyectos similares os habéis inspirado?

Cuando Mercedes presenta el proyecto en el 2019 llevaba varios años desarrollando el proyecto “Acercando”, un proyecto musical inclusivo dirigido a personas con discapacidad intelectual y a personas con problemas de salud mental. Durante todos estos años tuvo la oportunidad de conocer proyectos similares y de colaborar con varios de ellos. “Acercando” fue el referente, el inspirador para presentar Canto Abierto a la Fundación Música Creativa. Esta experiencia de estos años en “Acercando” permitió valorar la importancia y la necesidad de proyectos donde el arte sea un camino para la inclusión.

- ¿Cuáles son los mayores retos que os habéis encontrado a la hora de gestionar un grupo tan diverso?

El desarrollo de una metodología adaptada a las diferentes capacidades y encontrar el ritmo preciso para ir avanzando en las obras que abordamos, que cada día más complejas musicalmente. Cosas como cantar a varias voces, la mejora de la motricidad y la coordinación, la independencia de la voz y el movimiento, las dinámicas musicales, cantar en diferentes idiomas siempre de memoria, mantener los silencios y, el mayor reto conseguido, como dice uno de los componentes del coro, haber creado un espacio seguro donde nadie tiene que justificarse.

- ¿Cuál es la recepción que ha tenido esta iniciativa en el mundo de la cultura?

Dentro del mundo de la cultura es muy poca la apertura que hay para colectivos artísticos inclusivos. Es un camino que está empezando y falta mucho por recorrer. Seguimos estando en compartimentos cerrados. Casi siempre que Canto Abierto actúa en jornadas, premios, festivales, encuentros, en actos… todos suelen ser dentro del marco de la discapacidad.

Sin embargo, la respuesta del público siempre es de emoción y sorpresa al constatar la calidad artística y al percibir las grandísimas capacidades musicales de las personas con discapacidad. Ojalá se vayan abriendo las puertas, las mentes y las almas a las propuestas artísticas inclusivas.

- ¿Cuál ha sido la actuación que más os ha emocionado o más os ha impactado?

No hay una actuación que nos haya producido una emoción especial por encima de otra. Cada vez que nos subimos a un escenario se produce una corriente de emoción que nos hace conectarnos entre nosotros y con el público. Si cantamos en actos institucionales, en conciertos con otros coros, para públicos diferentes… está esa emoción. Hay una frase que resume lo que nos pasa cada vez que subimos a un escenario: “cuando un coro canta, los corazones laten al unísono”. Pero sí sentimos una emoción especial cada vez que cantamos alguna canción: para el coro es muy especial cantar la canción de la Luna. Es una canción nuestra (texto y música nuestras) y es una canción creada dentro del coro. También nos emociona profundamente cantar “Mañana” del musical Annie porque nos hace sentir que siempre habrá un mañana para nosotros.

- ¿Qué necesitáis para que este proyecto siga vivo?

Necesitamos visibilidad, pero una visibilidad real dentro y fuera del ámbito de la discapacidad, lograr su normalización y una mayor proyección en el ámbito artístico. Apoyo económico, como cualquier propuesta artística que pretende mantenerse en el tiempo, para lograr un mayor alcance y así conseguir un mayor impacto que ayude a seguir derribando estereotipos y barreras participativas. Necesitamos alianzas que ayuden a consolidar el proyecto. Y necesitamos a todas las personas que quieran ayudar a mantener la ilusión, la emoción y las ganas, porque para ello nos llamamos Canto Abierto.